Las cicatrices aparecen cuando se reconstituye el tejido desgarrado, cortado o quemado que aparece sobre una herida. La dermis pierde su continuidad o altera su composición. El proceso de cicatrización de los tejidos es complejo y puede sufrir alteraciones, dando lugar a problemas en las actividades de la vida diaria. En algunos casos puede que queden dificultades secundarias residuales como dolor, hormigueos, quemazón o disminución de sensibilidad, aunque también pueden ocurrir problemas en la movilidad por la rotura del tejido y la movilidad.
Complicaciones más frecuentes en el proceso de cicatrización.
- Por exceso: el tejido crece exageradamente formando queloides o se encapsula en granulomas. Esto puede ocasionar restricciones o adherencias sobre estructuras vecinas.
- Por mala calidad: la dermis regenera de forma inadecuada creando por ejemplo cicatrices retráctiles.
- Por defecto: el tejido nunca llega a cerrarse generándose un proceso crónico de heridas en la zona afectada.
En la consulta de fisioterapia podremos disminuir acordando la sintomatología como son: las adherencias que influyen en el movimiento e incluso en la funcionalidad, afectando en ocasiones gravemente la calidad de vida de las personas, el adormecimiento de la zona abdomino-pélvica. Además, la fisioterapia puede ayudar a la correcta regeneración y organización tisular, o a disminuir los efectos de una cicatrización patológica por exceso o retracción, a través de diferentes estrategias.
Las intervenciones quirúrgicas abdomino-pélvicas
Laparotomía: es una exploración quirúrgica del abdomen que se realiza para diagnosticar una enfermedad abdominal no precisable por otros métodos, o cuando hay una lesión en el abdomen causada por una herida o un trauma. Esta exploración abdominal es necesaria en muchas de las patologías comunes como la apendicitis, pancreatitis, endometriosis, biopsias tumorales, etc.
La episiotomía: es un corte o incisión que se realiza en el momento del parto, en la pared vaginal y el periné para agrandar la apertura de la vagina facilitando así el exclusivo en el canal del parto.
El desgarro: es la laceración que sufre el área comprendida desde la vagina al ano, ocurre de forma espontánea durante el paso del bebé por el canal del parto en el periodo de expulsión.
La cesárea: es una apertura en la zona baja del vientre de la madre con el objetivo de sacar al bebé desde el útero materno. En el momento del parto, muchos especialistas logran hacer la apertura del canal para el parto natural mediante una incisión quirúrgica en el perineo (episiotomía); lo cual es preferible al desgarro espontáneo, ya que la herida tendría una orientación y dimensión apropiada, que, por ende, será más sencilla de suturar y curar.
Gravedad de la lesión:
Grado I. Cuando sólo afecta la piel que rodea la vagina y hasta unos milímetros del perineo.
Grado II. Cuando la laceración alcanza el músculo del perineo o el esfínter externo anal.
Grado III. Cuando la lesión llega hasta el esfínter anal.
Grado IV. Estos abarcan desde el esfínter anal hasta la mucosa rectal, son los más graves y requieren de una cirugía reconstructiva en quirófano bajo anestesia.
La episiotomía o el desgarro son cortes que afectan de forma directa el suelo pélvico (el conjunto de músculos y ligamentos que sujeta los órganos internos del abdomen) como los aparatos digestivo, urinario y reproductor. El suelo pélvico es el responsable, entre otras cosas, de controlar la continencia urinaria y anal, además de tener un papel primordial en la respuesta sexual como la sensación del orgasmo femenino.
Tras una herida como ésta, el suelo pélvico va a precisar cuidados para lograr recuperarse por completo, de forma que pueda recuperar sus funciones sin problema.
¿Se pueden prevenir los desgarros perineales?
No es poco común que el perineo se desgarre durante el nacimiento:
- Presta atención a su posición durante el trabajo de parto. Diferentes posiciones podrían ejercer menos presión en el perineo. Es posible que se sienta más cómoda sentada en posición erguida, acostada de lado o poniéndose sobre sus manos y sus rodillas, por ejemplo.
- Habla con su orientador del parto con anticipación de modo que se pongan de acuerdo en cuándo y con qué fuerza debe pujar.
- Asegúrate de que alguien contenga el perineo. Esto significa hacer fuerza contra el perineo para evitar que se desgarre mientras la cabeza del bebé lo estira. A veces, esto se hace con un paño caliente y húmedo.
- Realiza un masaje perineal. Este tipo de masaje podría ayudar a hacer que el tejido alrededor de la vagina se vuelva más flexible y a reducir la probabilidad de que se le desgarre el perineo o de que necesite una episiotomía.
¿Cuánto tiempo tarda en sanar la herida de episiotomía o desgarro después del parto?
Tras el parto con episiotomía o desgarro, te pondrán puntos para suturar la herida, los cuales tardarán entre 2 y 3 semanas en caerse o reabsorberse, en la mayoría de los casos. Si durante este tiempo la herida se reabre antes de haber cicatrizado del todo, debes consultar con el personal sanitario qué conviene hacer, si dejarlo curar solo o si es necesario volver a suturar.
Cuidados de la cicatriz
Limpieza e higiene
La clave de los primeros cuidados de la cicatriz de episiotomía o desgarro es la higiene. Mantener la zona siempre limpia evitará infecciones y favorecerá la velocidad de curación de la herida:
- Limpieza. Debes limpiar la herida cada vez que utilices el baño o tomes una ducha. Lo mejor es hacerlo con agua tibia y jabón neutro.
- Secado. Es muy importante que la herida se mantenga seca. Tras el lavado, puedes secarla con una toalla limpia o papel higiénico suave, siempre dando pequeños toques y nunca frotando el tejido contra la piel.
- Aprovecha para dejar la herida al aire libre siempre que puedas. La mejor forma de que cicatrice una herida es dejarla al aire libre, pero al encontrarse en el periné es más difícil tener la ocasión de hacerlo en el caso de la herida de episiotomía o desgarro. Aún así, aprovecha los ratos que pases en casa. Puedes ponerte camisones sin ropa interior para permitir que la herida respire.
¿Cómo sentarse con una cicatriz en el periné?
Entre las grandes molestias de la cicatriz de episiotomía o desgarro, se encuentra la del dolor al sentarte. Tú misma irás descubriendo de qué forma te molesta menos, pero te recomendamos empezar por probar a sentarte sobre el glúteo contrario al lado donde se ubica la cicatriz. Lo mejor es que lo hagas en superficies firmes y rectas, y que evites cojines o almohadones.
“¡Hasta mi ropa interior me molesta!”
Otro punto a tener en cuenta es la utilización únicamente de ropa interior de algodón, al menos mientras sigas teniendo los puntos, y es importante que evites la ropa muy ceñida.
¿Cómo favorecer la recuperación del tejido?
Regeneración de la piel
Una vez se hayan caído los puntos y la herida esté cicatrizada, puedes ayudar a tu piel a recuperar su elasticidad con una serie de masajes. Para ello, puedes utilizar aceite de rosa de mosqueta o de almendras, o cremas ricas en vitamina E. Mantener la cicatriz hidratada mediante esta práctica te ayudará a regenerar rápidamente el tejido afectado y a evitar queloides (crecimientos exagerados del tejido cicatrizal).