La forma de respirar influye directamente sobre la salud del suelo pélvico y tu abdomen.
La respiración es una actividad esencial para vivir, el ser humano realiza en un estado físico normal al rededor de 14 a 20 respiraciones por minuto, dejando 17 como promedio, multiplicando por los minutos en el día: 24,480 veces al día.
En muchas ocasiones el ritmo respiratorio se ve alterado, por un esfuerzo físico grande, en emociones intensas o en periodos de ansiedad, ante el dolor, etc. Haciendo que nuestra respiración sea más superficial, lo que dará lugar a un diafragma hipertenso y aplanado.
Por otra parte, también se ha visto que debido a las las malas posturas, los dolores musculares, un hipertono en la zona torácica dificulta la movilidad del tórax disminuyendo así su amplitud, teniendo que transportar el aire a la zona abdominal, provocando una distensión de la misma.
La cavidad abdomino-pélvica, está limitada por el diafragma torácico, el transverso abdominal y el suelo pélvico, en ella se encuentra gran parte del contenido visceral del sistema digestivo, reproductivo y urinario.
Al estar limitado por el diafragma en su parte superior, es el músculo antagonista del suelo pélvico por excelencia, ya que éste se encuentra paralelamente. Por tanto, a esta cavidad le podemos dar forma de cilindro ya que el transverso abdominal rodeará toda la parte central de nuestro cuerpo, manteniendo así de forma controlada la presión intraabdominal.
Una vez explicado esto, podremos entender la mecánica respiratoria, ya que las presiones ejercidas sobre el límite superior, recaerán directamente sobre el suelo pélvico, siendo importante además como transmisor de fuerzas y coordinador del movimiento el CORE, garantizando así la estabilidad y manteniendo la presión interna que se produce en nuestro tronco con el movimiento del diafragma.
Por tanto, si queremos potenciar y realizar un entrenamiento óptimo y eficaz, debemos incorporar a nuestros ejercicios el trabajo del diafragma mediante la respiración frenada, acompañándolos así, tanto en la contracción como en la relajación.
Como ya sabéis, mi objetivo como fisioterapeuta es que logréis integrar estos métodos de entrenamiento en vuestro día a día, pudiéndolo utilizar en vuestras prácticas deportivas.
